El tráfico en hora punta es denso y la rutina edimburguesa no parece modificarse a pesar del fin de semana. El castillo amanece con un sombrero de nubes, pero eso no es novedad. Turistas y locales se pierden en la Old Town y una débil lluvia moja los adoquines. Algunos exhiben banderas de la Unión Europea, pero todo sigue igual, aparentemente. No se ha acabado el mundo, pero el aire es una hojilla que corta y hoy viene cargado de una amalgama de sensaciones turbias. La decepción, la frustración y la nostalgia se puede casi palpar. Es el día 1 del Brexit, pero Escocia se sigue sintiéndose europea.
“¿Cómo te sientes tras el Brexit?”, “Ya no somos parte de la UE”, “Es triste”, “Escocia se independizará del Reino Unido”.
Son algunas de las frases recurrentes en las conversaciones de hoy. Es el pesar de la sociedad escocesa que no ha tenido otra opción más que resignarse ante esta decisión del Reino Unido. Sin embargo, el 62% de los escoceses votó por la permanencia en la UE en el Referéndum de 2016. Y es que parece que históricamente los escoceses casi siempre se ven obligados a ceder. La supeditación a Inglaterra, les ha posicionado en una injusta segunda posición una vez más. En esta ocasión, no solo han perdido ellos. Hemos perdido todos y todas.

Emigración y Brexit
La vereda por donde transita la emigración no es fácil. El choque cultural e idiomático, el aislamiento por motivos idiomáticos, las dificultades para encontrar trabajo y ahora además: el Brexit. Porque aunque de momento los efectos no se perciben, esta decisión marca un punto de inflexión entre el Reino Unido y el resto de países miembros de la UE.
La comunidad española en Escocia es amplia, especialmente en Edimburgo. En 2013 se convirtió en una de las 10 ciudades británicas con más emigración española (50.000 inscritos). Entre los españoles el ánimo generalizado se baña en aguas de decepción e impotencia. Hay quien se niega incluso a no cumplimentar el Pre-Settled Status o el Settled Status que es el permiso que te legitima a permanecer en el país cuando la ruptura sea visible.
2020 hacia la transición
Nada está decidido. El futuro aún no está escrito, pero 2020 será el año de la transición. De momento el Gobierno escocés se ha desmarcado: “Europa, vamos a continuar con nuestro affair”. Es el mensaje que han querido mandar a los europeos para dejar claro su posición ante esta contexto. El final de este año nos enseñará el próximo destino adonde nos dirige la nueva ruta que ha tomado el Reino Unido.
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